Fueron varias las condiciones que se dieron a mediados de los ´70 para que se produjera el encuentro entre el panameño Antonio Hassán (Q.E.P.D.) propietario de cines y distribuidor de películas y el también distribuidor y exhibidor costarricense don José Raventós Coll (Q.E.P.D.) de la empresa Discine, S.A., propietaria de los cines Rex, Adela, Capitolio, Lux y el Teatro Raventós. El deseo de las casas productoras de que en Costa Rica se fortalecieran las salas de cine, promovieron la construcción del emblemático Cine Magaly. El 17 de Julio de 1978, fue la función inaugural del Cine Magaly, con la película “Momento de decisión”.
Su éxito fue instantáneo y consistente ya que su meta fue siempre la de presentar las más atractivas y exitosas películas. Se colocó entonces como la sala preferida para los grandes eventos. Ver en distintos tiempos a los Presidentes de turno, es la constante.
Sus equipos de proyección y sonido ofrecen, en sus respectivos momentos, lo nuevo. Se hicieron sucesivas actualizaciones como la inclusión del DTS (Digital Theater System), que 25 años atrás fue el sistema usado para la apertura de películas como “Top Gun” y “Jurassic Park” que fueron toda una sensación.
Los tiempos cambiaban. El 50% de las salas del país, especialmente en provincias, cerraron como consecuencia de la aparición en centros comerciales de las multisalas. Estas contaban con varias salas de pequeña capacidad que aumentaban la oferta de películas, y se fue modificando los hábitos de los asistentes a los cines, en especial, los más jóvenes. Buena parte del público migró a las nuevas tendencias. Debido a esto y a motivos inmobiliarios grandes salas como el Rex, el Palace, Metropólitan, Cinema Colón, California, Omni, Universal y el Variedades cerraron sus puertas. Tiempo después, en 2010, obedeciendo a un riesgosa pero atractiva idea, el Magaly cerró sus puertas por casi un año, tiempo necesario para planificar su nueva y gratificante misión: Reconquistar su posición como la sala de cine de mayor prestigio en Costa Rica y Centro América.
Su clásico gran tamaño pesaba y, mientras eran resueltos temas contractuales, se le preparaba para esa nueva misión. Entró en su etapa de renovación, que no significó ser olvidado por su fiel público, dos generaciones amantes del encanto que representaba la que ahora era la sala más grande del país. Gratos recuerdos de sus vidas permanecían atados a esta sala.
El plan da inicio con su reapertura el 1 de junio del 2012, con la presentación de la primera edición del Festival de Cine Europeo en Cine Magaly, auspiciado por las Embajadas de la Unión Europea. El público respondió de forma asombrosa. El primer paso estaba dado. A partir de allí, la presentación de sus estrenos se caracteriza por ofrecer películas de muy alta calidad, provenientes de todas partes del mundo. La regla inamovible: El estreno de únicamente películas de muy alta calidad, de todas partes del mundo, premiadas o bien que hayan contado con nominaciones a importantes premios internacionales y que hayan participado en reconocidos Festivales de Cine.
Con la presentación de la película ganadora del Oscar como la Mejor del 2013 titulada “El Artista”, cinta en blanco y negro, sin audio, como en la mejor tradición del cine mudo, simbólicamente se abre una etapa: “El Artista” marca en el Cine Magaly la despedida de las películas en formato de 35mm, dando inicio a la proyección digital que permite que, desde el primer al último día de proyección su calidad sea perfecta.
Para aquellos que ver buen cine es más que una necesidad y disfrutan compartiendo opiniones, fue abierto el Club Magaly, taller de análisis y apreciación cinematográfica, en el año 2013. Por medio de este cada sábado a la 1:00 p.m. se presentan magníficos clásicos o un pre estreno de una prestigiosa película, acompañada de un cine foro con la dirección de conocidos críticos, expertos en cine, o inclusive cineastas.
Al momento de su reapertura, su púbico ha sido claramente identificado: Personas amantes de la experiencia de visitar un cine clásico de gran tamaño, que no estuviese en abarrotados centros comerciales que desvirtuaban la experiencia de ir a un cine. Los estrenos tenían que reconocer las preferencias de un público muy bien informado, altamente crítico, con un nivel cultural elevado, generalmente muy humanistas, deseosos de que las más de dos valiosas horas dedicadas a ir a una sala de cine, representasen algo gratificante; una experiencia enriquecedora. La premisa habría de ser que siempre serían películas inteligentes, de indudables valores de producción. La fidelidad a estas características ha llevado a que una gran cantidad de nuestros visitantes adquieran sus boletos sin tener muy claro cuál es la cinta que está siendo presentada. Se ha llegado a escuchar esta aseveración: “Si la presenta El Magaly, ha de ser buena”.
Extraordinario material de interés cultural se ha sumado a lo que presenta este cine. De manera anual son presentados programas como “Exhibition on Screen”, en alianza con el Centro Cultural Costarricense Norteamericano, que muestra y describe la obra de los principales pintores clásicos en distintas épocas del arte europeo; el CRFIC, Festival de Cine Internacional realizado por el Ministerio de Cultura, entre otros. A través de los años se ha convertido en el centro para eventos cinematográficos por excelencia.
Habiendo sido devuelta esta sala con gratitud a su público, a mediados del 2017 se estaba listo con la siguiente fase: La remodelación del cine dotándolo de características que armonizan con los principios ambientalistas que sus visitantes aprecian: La instalación de paneles solares que le dotan de la energía necesaria para su operación. Esto convierte a Costa Rica en el segundo país en América Latina en contar con energía solar para el funcionamiento de una sala de cine. Ha sido una prioridad el renovar la sala de gran formato sin que pierda sus características de amplitud, elegancia y sobriedad. Para ello ha sido ampliado su lobby, renovada su área de confitería y abierto un espacio para compartir antes o después de las películas conocido como Kubrick Gastro Bar, cuyo delicioso menú puede ser disfrutado en las butacas.
Una especial característica es la novedosa adquisición de equipos para personas con deficiencias auditivas. Un haz de luz infrarroja alimenta los audífonos que serán facilitados a las personas que así lo requieran, los cuales elevan el nivel de sonido, sin molestar a las personas a su lado.
El más dramático cambio ha sido la adición de La Salita en el 2017, una sala adicional, instalado en la segunda planta del cine, que permite aumentar la oferta de buenas películas. Concebida por el conocido Arq. Víctor Cañas, su novedoso diseño pretende ofrecer un ambiente tranquilo y sosegado, condición ideal para el disfrute de las películas
Todas estas características y la constante renovación tecnológica, han dado perdurable vigencia a estas dos salas, que la convierten en la más prestigiosa del país.
La Sala Magaly y La Salita, pensadas para brindar confort y satisfacción son, con orgullo, auténticos ejemplos de vanguardia para disfrutar del arte y ciencia del cine; el buen cine.